lunes, 10 de marzo de 2008

Nissan GT-R vs Honda NSX: Godzilla contra sushi


Hacía tiempo que tenía ganas de publicar una entrada parecida y el otro día en Jalopnik ví un par de fotos que me inspiraron.

Como podéis ver tenemos ante nosotros lo mejor en supercoches japoneses de las dos últimas décadas. Son dos coches diferentes y dos filosofías muy diferentes también.


El Honda NSX podríamos decir que es más europeo, empezó su producción en 1990 y pronto fue considerado el superdeportivo japonés. Desde sus orígenes su forma apenas ha variado, por lo que conserva ese toque de los años 90 que tanto nos gusta. Su esquema es también bastante europeo, motor central trasero, colocado transversalmente. Lleva un 3.2V6 VTEC que pasa a través de las ruedas traseras unos muy aprovechables 280CV. Su chasis es de aluminio, dándole rigidez y ligereza.

Al apenas haber variado con los años, ha pasado como con el Porsche 911, se ha ido perfeccionando y refinando más y más, a la vez que ha mantenido su esencia. Su comportamiento está a la altura de los mejores deportivos europeos, bueno, debería decir estaba, porque ya no se fabrica. Tristemente, en 2005, cesó la producción del supercoche de Honda. Apenas les reportaba beneficios, era muy caro (el último llegaba a los 80.000€) y por el mismo precio muchos preferían un Porsche, con mejores prestaciones. Puede que ahí residiera su gracia, era muy exclusivo, y fue tristemente infravalorado, un deportivo refinado, ligero y potente, muy apto para el día a día pero para la gente con un logotipo erróneo en su capó.

El Nissan GT-R pertenece a otra especie y su filosofía es opuesta a la del NSX. Se dice que con el Nissan Skyline, Japón tiro la toalla y dejó de copiar a los deportivos europeos, decidiendo hacerlo a su manera. Como resultado produjeron uno de los coches más tecnológicamente avanzados de todos los tiempos, con un sistema de tracción integral capaz de dejar en bragas a deportivos con mucha más reputación. Su motor de 2.5 litros de seis cilindros en línea y turbo era muy robusto y se llegaron a hacer preparaciones que superaban los 1.000CV.

El Nissan GT-R es el orgulloso heredero de la saga Skyline. Ahora su motor es un V6 de 3.8 litros biturbo que produce casi 500CV. El GT-R es un coche en el que la electrónica es lo más importante, lo hace todo por tí. El sistema de tracción integral es tan bueno que combinado con el launch control se han llegado a medir tiempos en el 0 a 100 de 3.3 segundos, más rápido que un Lamborghini Murciélago y hablándole de tú a tú a todo un Ferrari Enzo. En circuito es tan eficaz que es tan rápido como todo un 911 Turbo o un Veyron, esto se ha comprobado en el infierno verde con datos muy objetivos. Antes de moverse de su trayectoria en curva arranca de cuajo el asfalto.


Es muy japonés, sólo con verlo ya te queda claro, pero también parece americano, grande, pesado y con una entrega de potencia explosiva y brutal, pero no le pidas a un muscle car lo que le pides a un GT-R, ya un Clio R27 Cup deja llorando a un Mustang en la primera curva (lo siento musclemaniacos), el Nissan lo deja tan deprimido que pierde toda su arrogancia y cromados y se retira a una esquina, destrozado.

La producción de este misil tierra-tierra de 1.700kg ya ha comenzado y se venderá en España por unos 80.000€, el precio del olvidado NSX.

¿Con cuál nos quedamos? Os dejo esa pregunta a vosotros. Dos filosofías distintas, pero igual de divertidas e igual de gratificantes para el afortunado conductor.

No iba a acabar esta entrada si antes ofreceros unos vídeos de ambos coches. ¡No tienen desperdicio!

Honda NSX review, top Gear



Ayrton Senna a los mandos del NSX en Suzuka



Nissan GT-R testado en Fifth Gear



Nissan GT-R, test de Inside Lane



Disfruten del regalo.

Fotos - Jalopnik

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