EL subcampeón del BTCC (British Touring Car Championship) Jason Plato, presentador de Fifth Gear, se ha llevado al nuevo Lotus Elise SC a un circuito a exprimirlo un poco.
El Elise es un Lotus de pura cepa, sigue la misma doctrina que el fundador de Lotus marcó al creaer la compañía, menos es más. Es decir, fabricar deportivos muy ligeros, sin demasiada potencia, y por tanto rápidos y divertidos de conducir.
Aparentemente el Lotus Elise debería ser el mejor de su estirpe, sin entrar en los radicales Lotus Exige. La versión Supercharged debe ser muy rápida y eficaz pero también debe ser más amable que el Exige, permitiendo un uso diario.
Los datos técnicos hablan por sí solos, 220CV, un motor Toyota de 1.8 litros con compresor, 930 kg y una aceleración de 0 a 100 en 4,4 segundos. Y una excelente reputación. Pero todo esto parece no encajar demasiado bien. Pero la entrega de potencia del motor no es constante, hay huecos en la entrega de potencia, explicable en parte al usar una tecnología VVTi, que entrega más potencia a partir de unas 5.500rpm.
La dirección es casi perfecta pero la posición al volante es "una mierda" según Jason porque no es ajustable, es la que hay. Si no llegas a los pedales mala suerte, si no entras cómprate un Porsche. El vídeo me ha dejado una cosa clara, son coches excelentes y muy buenos para divertirse conduciendo pero en Lotus parecen haberse olvidado que los que los conducen son personas humanas ya que la ergonomía no es el punto fuerte de los pequeños ingleses, es su punto débil.
Y son caros, cuesta casi lo mismo que un Porsche Boxster y estamos ya hablando de 50.000€. Eso es mucho dinero. Una pena porque es un coche precioso. Y que quede claro que me encanta, aunque me compraría antes un Porsche seguramente.
El Elise es un Lotus de pura cepa, sigue la misma doctrina que el fundador de Lotus marcó al creaer la compañía, menos es más. Es decir, fabricar deportivos muy ligeros, sin demasiada potencia, y por tanto rápidos y divertidos de conducir.
Aparentemente el Lotus Elise debería ser el mejor de su estirpe, sin entrar en los radicales Lotus Exige. La versión Supercharged debe ser muy rápida y eficaz pero también debe ser más amable que el Exige, permitiendo un uso diario.
Los datos técnicos hablan por sí solos, 220CV, un motor Toyota de 1.8 litros con compresor, 930 kg y una aceleración de 0 a 100 en 4,4 segundos. Y una excelente reputación. Pero todo esto parece no encajar demasiado bien. Pero la entrega de potencia del motor no es constante, hay huecos en la entrega de potencia, explicable en parte al usar una tecnología VVTi, que entrega más potencia a partir de unas 5.500rpm.
La dirección es casi perfecta pero la posición al volante es "una mierda" según Jason porque no es ajustable, es la que hay. Si no llegas a los pedales mala suerte, si no entras cómprate un Porsche. El vídeo me ha dejado una cosa clara, son coches excelentes y muy buenos para divertirse conduciendo pero en Lotus parecen haberse olvidado que los que los conducen son personas humanas ya que la ergonomía no es el punto fuerte de los pequeños ingleses, es su punto débil.
Y son caros, cuesta casi lo mismo que un Porsche Boxster y estamos ya hablando de 50.000€. Eso es mucho dinero. Una pena porque es un coche precioso. Y que quede claro que me encanta, aunque me compraría antes un Porsche seguramente.
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