Desde su aparición hace unos meses, el Mini Clubman es un modelo que no ha dejado indiferente a nadie, y los preparadores han querido sacar provecho de ello. Muchos de ellos han ofrecido personalizaciones para potenciar diferentes aspectos: clasicismo, deportividad, practicidad...Hoy os traemos dos preparaciones que, como el título reza, difieren mucho una de otra.
Comencemos por el Mini Chateau, creado por Aznom. En este caso, han optado por dotar al Clubman de un aura de exclusividad quizá demasiado barroca, con elementos tan extravagantes como un departamento bajo el piso del maletero para guardar hasta 6 botellas de vino o la pintura exterior en tres tonos: amarillo dorado oscurecido, marrón perlado y un símil de madera bastante rocambolesco. Todo esto viene aderezado con un interior completamente tapizado en cuero marrón (asientos, volante, pomo de cambio, paneles de las puertas...), unas bonitas llantas de 17 pulgadas y un conjunto de maletas a juego.
Por otra parte, tenemos la radical propuesta de Ac Schnitzer. Podrá decirse que es la típica preparación de esta compañía: nuevos faldones, llantas, capó y retoques mecánicos. Está basado en el Clubman S, pero gracias al retoque en el sistema de escape han aumentado su potencia hasta los 226 Cv, con unos nada despreciables 284 Nm de par máximo. Las llantas ofrecidas son de 17 o 18 pulgadas, a las que hay que añadir los pedales de aluminio o el diferencial de deslizamiento limitado. También podemos montar suspensión regulable en altura.
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