Mercedes SL, Back in Black

Mercedes presentó hace poco su nueva Clase SL, con un exterior bastante remodelada y nuevos motores. Vale, hasta aquí bien.

Además, hay dos versiones AMG a falta de una. El SL63 AMG con un 6.3V8 y 525CV, bastante brutal, pero atmosférico. Eso no vale en un AMG, tiene que ser más brutal que algo atmosférico. Así que nos dieron el SL65 AMG, con un 6 litros V12 y 612CV, sobrealimentado por dos turbos. Eso es lo que espero de un AMG, así es como se hacen las cosas.


Pero todos somos insaciables, cuanto más tenemos más queremos. Así que Mercedes ha pensado en nosotros, y lanzará una versión superdeportiva, casi un carreras-cliente, con el mismo 12 cilindros del SL65 pero retocado para producir unos gloriosos 680CV. Repito, 680CV.

Además incorpora inyección directa para "bajar el consumo" y cosas por el estilo, se les olvidó que estamos ante un coche de casi 700CV pero no pasa nada, se les perdona. Otras modificaciones incluyen un techo fijo (nada de ir descapotado), frenos cerámicos, paneles de fibra de carbono y un nuevo sistema de refrigeración. El resultado es que pesa 220kg menos, elogiable, aunque se queda en 1.9 toneladas, lo cual no es nada ligero.

Aún así, el problema es que es probable que se pase por la piedra al supercoche de Mercedes, el SLR McLaren, que tiene 54CV menos y 220Nm menos. No olvidemos que el SL65 AMG ya tiene 1.000Nm de par y acelera de 0 a 100 en 4.2 segundos. Y eso altera las prioridades del público, que preferirá gastarse 200.000€ menos y comprarse el SL...

De todas maneras, bienvenido sea este demonio sobre ruedas.

Vía - MotorAuthority